Al observar la viñeta podemos ver como los niños están en el recreo, hablando de sus cosas y suena la campana que indica el final de este y la vuelta a clase. Los niños van a clase con mala cara y sin ganas, si el maestro/a desarrollase la clase de una forma creativa los niños estarían deseando de volver al aula y no ocurriría como en la viñeta. Muchas veces los maestros se preocupan en que los niños hagan el mayor número de cosas para que los padres lo vean y estén orgullosos pero este método no es muy efectivo, porque los niños hacen las cosas pero las hacen desmotivados y las cosas que se aprenden sin ganas se olvidan fácilmente. Si por el contrario, la maestra/o hiciese que la clase fuese amena para todos, hiciese las actividades de una forma creativa, el ambiente de clase sería muy bueno, sería especial, alegre y todo esto envolvería a los niños haciendo que estuviesen a gusto en clase y lo verían como entretenimiento no como obligación, que es lo que ocurre en la mayoría de los casos. Los maestros/as deberían de preocuparse más en buscar formas divertidas para enseñar a los niños/as.
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